sábado, 11 de agosto de 2007

Recordando lo que no debería recordar y pensando en quien no debería pensar...

Fue ayer, fue de día y hacía frío, un frío inusual que se viene desatando en Trujillo hace ya buen tiempo, un frío que me afecta mucho mas por las necesidades de mi alma, un frío mas congelante que cualquier otro, así me sentí ese día, totalmente incomprendido pero con un oscuro sentimiento en el corazón que pensé haber desterrado para siempre, pues recordarla no solo implica odio y rencor por su maldita presencia y el daño que me hizo, también implica amor, pues creo, y desde esa mañana estoy convencido de que aún la recuerdo y si la veo mas seguido, quizá la volvería a amar.

Primero recordé nuestro primer beso, que curiosamente fue en el cine – digo curiosamente porque ahí también fue el último – luego nuestra primera vez...y así fui poco a poco evocando todo lo que podía de ella, y mientras mas daño me hacia creo q me sentía mas feliz, mas dolido, pero mas feliz. Pienso que el frío ambiente de esa mañana y más aun en Huanchaco, donde obviamente se siente más, ayudaron y me dieron el ambiente propicio para pensar en ti. Siempre íbamos a la playa, caminábamos un poco, sé que te molestaba el humo de mi cigarro así que te pediré perdón por eso…y en fin! nos gustaba Huanchaco, me gustaba verte parada frente al mar, cuando mojabas tus piececitos y te tomaba fotos y tu solo sonreías, te decía que te amaba, pero tú no contestabas…poco a poco me voy dando cuenta de tu maldita hipocresía, pero pasé ratos felices, no me quejo, tu lo sabes y yo también.

Sonaba la canción “como un perro” de Libido, y en ese momento me sentí, valga la redundancia, como un perro, (no se rían porfavor), pero porque te amé tanto, di mucho por tenerte cerca, sufrí para conseguir que me quieras, sin embargo me pagaste mal, no me gusta que suene a cliché, pero es lo único que puedo decir, y realmente me duele que no pidas perdón, me duele que solo te justifiques mientras que cuando terminaste conmigo yo te rogué para que regreses. Eso no es justo, pero en fin, quien dice que la vida es justa...
S
iguiendo con mi periplo evocatorio de recuerdos - (porsiacaso, desde el párrafo anterior estoy sentado en la parte trasera de un taxi) – pensé en aquella vez del día de san Valentín y te di una sorpresa que estoy seguro hasta ahora recuerdas y no creo q la olvides, vi tu rostro de emoción, sé que te alegró mucho, pero que va, eso ya no importa ahora, tampoco puedo comentar mas detalles porque este no es un blog de intimidades.

Pienso con cautela estas cosas, y escribir de esto duplica mis ideas y recuerdos sobre ti, me da miedo y me aterra pensar que no te había olvidado por completo, siento tristeza y recuerdo con nostalgia el juramento que hice al cielo la última tarde que estuve por tu casa, en que juré nunca más regresar y mucho menos volver a verte…debí haber jurado que tampoco volvería a pensar en ti y que te olvidaría para siempre, me gustaría hacer esa promesa ahora, pero realmente ya no puedo, no tengo el valor suficiente, es por ese motivo que escribo estas líneas, porque estoy recordando lo que no debería recordar y pensando en quien no debería pensar...